Todos soñamos con vivir nuestra semana Santa como llevamos haciendo toda la vida. Sin embargo, no llegamos a imaginar los cambios tan grandes que, paulatinamente, está experimentando. En otras palabras, la próxima vez que veamos los pasos en la calle, presenciaremos una notable transformación de nuestras cofradías.

Son muchos los proyectos patrimoniales que las Hermandades han puesto en marcha estos años. Algunos ya son una realidad, como la túnica bordada del Jesús de la Pasión, el manto bordado de María Santísima de la Amargura, los ángeles ceriferarios para Jesús del Calvario, la Corona de Nuestra Señora de los Ángeles, el Gloria del techo de palio de María Santísima de la Victoria o las jarras y nueva saya de Nuestra Señora de la Esperanza. Otros continúan en proceso y, con su culminación, contribuirán a un notorio enriquecimiento de nuestra semana Mayor.

Algunos ejemplos son el dorado de los respiraderos y canastillas de los pasos de la Fe, Humildad o Santo Entierro; así como el dorado de los respiraderos del paso de la Sagrada Cena. Otras Hermandades prosiguen con las labores de talla de sus pasos, como la Sentencia, Santa Cruz, Calvario o Resucitado. También es importante destacar el estreno de la canastilla de paso del Señor de la Redención, titular de una Hermandad que, pronto, gozará de una nueva Parroquia en su barrio del Huerto Paco, otra gran novedad para nuestra semana Santa.

Por otra parte, debemos añadir a la lista de proyectos patrimoniales, importantes preseas como la peana que Francisco Verdugo está tallando para la Virgen de la Soledad o la saya que la Comisión “un manto de Amor” quiere ofrecer a la titular mariana de la Hermandad de las Tres Caídas.

Además, hay que subrayar el propósito de la Hermandad del Perdón de estrenar sus nuevas imágenes secundarias para el misterio y la aspiración de la Hermandad de la Misericordia por realizar la imagen de San Juan Evangelista, titular de la corporación.

En cuanto a los palios, es preciso indicar que son muchas las Hermandades que continúan trabajando para engrandecer sus andas. La comisión de la Virgen de los Dolores espera estrenar pronto más avances en los bordados de las bambalinas del palio de la Hermandad de la Lanzada. La Borriquita, por otro lado, desarrolla una labor incansable para conseguir el nuevo techo de palio para la Virgen de los Ángeles. Las Hermandades de Santo Entierro y Descendimiento también trabajan en los bordados de bambalinas del palio de Soledad de María y de Resignación. Así mismo, Cautivo ha proyectado un nuevo palio (techo y bambalinas) para María Santísima Madre de la Misericordia, diseñado por Javier Sánchez de los Reyes. Destacamos, además, la intención de la Hermandad de la Fe de presentar un nuevo proyecto de palio para Nuestra Señora de la Caridad.

No obstante, son más las Hermandades que sueñan con estrenos para sus pasos de palio. El Perdón ya ha presentado a sus hermanos varias partes de su palio para la Virgen de los Dolores, respiraderos y bambalinas, y pronto este sueño será una realidad en las calles de la Orden. A su vez, Prendimiento prosigue sus tareas para concluir el palio de María Santísima de la Estrella. También debemos recordar la labor de la Hermandad de los Mutilados, que continúa trabajando en los varales de Nuestra Señora de la Paz. Por otra parte, cabe señalar que la Hermandad del Prado, la más joven en la nómina de Hermandades de la capital, estrenará hábito nazareno y, muy pronto, palio para su titular mariana.

Debemos hacer una mención especial a los proyectos de la Hermandad de la Esperanza, que se centran en la restauración del Santísimo Cristo de la Expiración y en el estreno de candelabros de cola, de plata de ley, y nuevas bambalinas para Nuestra Señora de la Esperanza. 

Además de todo lo dicho, quedan varios proyectos por citar como el nuevo retablo para el altar de la Hermandad de Vera + Cruz y Oración en el Huerto, o el estreno de las Bandas de la Humildad y Expiración (Salud y Esperanza) en semana Santa. A todo ello hay que sumar la próxima Coronación Canónica a María Santísima de la Amargura, un hito para la historia de nuestra semana Santa.

En definitiva, son muchos los proyectos que preparan las Hermandades en el aspecto patrimonial, todo ello, además, aumentando cada año la labor social y solidaria. Sin embargo, los nuevos tiempos nos deparan otros retos a los que no hay que perder de vista, como la falta de Fe en las nuevas generaciones o la necesidad de defensa sin complejos de nuestros valores cristianos ante una sociedad cada vez más reacia a escuchar cualquier palabra que tenga que ver con la Iglesia.

Una cosa es segura, nuestra semana Mayor se transforma, incrementa su calidad, enriquece su patrimonio. Quizá sea exagerado decir que estamos ante una nueva era de las Cofradías en Huelva, pero el fin de la pandemia marcará un antes y un después, y servirá como punto de inflexión para lucir con orgullo la extraordinaria evolución que está experimentando nuestra semana Santa.