PETICIÓN CALLE ANTONIO GARRIDO GUTIÉRREZ ‘’EL MONO’’
Decir Antonio Garrido Gutiérrez ‘’El Mono’’ en nuestra ciudad, es decir Huelva. Fiel seguidor de La Virgen de la Cinta, La Virgen del Rocío, y sobre todo de su Real Club Recreativo de Huelva.
Nació un 13 de Junio de 1934 en el popular barrio del Matadero, pero fue en 1970 cuando un cambio de domicilio lo llevo a su querida barriada del Higueral, donde permaneció hasta el 24 de Noviembre de 2016, día que nos dijo adiós.
Para Antonio, un gran aficionado al fútbol, de hecho, en su empresa Fosfórico, en la que estuvo toda la vida, creo el equipo más galardonado de todo el Campeonato Laboral y su llegada al barrio sirvió para crear el C.D.Higueral, donde cientos de chavales encontraron un motivo para hacer deporte.
Los años 70 y 80 fueron años complicados, en algunos barrios más que otros, y crear, y sobre todo, mantener equipos de Fútbol, era una labor solo para «locos». Y Antonio fue uno de ellos, desde pintar el campo, lavar ropa, vender lotería, ….,en la fotografía de abajo vemos al equipo Juvenil del HIGUERAL estrenando una equipación que consiguió del Recreativo a cambio de cederle un jugador, un auténtico «buscavidas», sin ayuda de ninguna administración, consiguió llevar el nombre del HIGUERAL con orgullo por toda Andalucía y sobre todo inculcó a muchos chavales el espíritu deportivo y el compañerismo.
Decir que Antonio Garrido Gutierrez “el mono”, fue un adelantado a su época y un visionario. En los años 80 cuando el deporte femenino era una quimera, el fue quien con niñas del Higueral creo el primer equipo femenino federado de Huelva y paseo el nombre de su barrio por toda Andalucia.
En el recorte de abajo, firmado por un servidor, vemos el primer partido amistoso que celebro el equipo femenino del Higueral contra las chicas de la Avenida Adoratrices.
Muchos años estuvo en su querido barrio del Higueral, tantos como cuarenta y seis, donde realizó una gran labor y dejó un recuerdo permanente entre jóvenes y mayores. Tanto esfuerzo nunca fue reconocido, y mi padre, gran amigo suyo siempre me lo decía.
Creo que ha llegado el momento, aunque él no pueda ya disfrutarlo, de que su Higueral tenga una calle con su nombre, que sirva de recordatorio de una buena persona que siempre presumía de su barrio.

