14 MUJERES EMPLEAN SU TIEMPO LIBRE EN INTENTAR SALVAR A ESTE PARAISO EN PELIGRO, Y ESPECIALMENTE A UNA ESPECIE DE AVE NOCTURNA, DE LOS INCENDIOS DEVASTADORES DE ESTE VERANO.
Son las 23.30 de la noche y un par de voluntarias de este colectivo ecologista femenino apuran sus cafés, en pleno bosque, antes de iniciar la ruta de vigilancia elegida esta noche.
La oleada de incendios en la zona se va acercando a la zona denominada “Arroyo del Algarve” uno de los parajes con más biodiversidad de Doñana.
Llevan avisando desde hace meses a las administraciones de este enorme peligro, pero, según ellas, no les ha servido de mucho por lo que han decidido a prolongar su vigilancia contra el fuego también durante las noches.
Su objetivo es doble: avisar a los servicios de emergencias en el caso de observar algún siniestro y también intentar preservar las numerosas parejas reproductoras de Chotacabras que en estas fechas, y tras haber sacado adelante sus polluelos, están a punto de iniciar su ruta migratoria hacia África.
El chotacabras es un ave caprimulgiforme también llamado por la gente de la zona “Zumaya”. De hábitos nocturnos pasa el día escondido en el suelo o entre los matorrales y cuando anochece suele utilizar para posarse los caminos o carreteras desde donde da caza a los insectos que, normalmente, constituyen la base de su alimentación.
Esta ave según Esperanza Mora, voluntaria de “Mujeres por Doñana”, cada vez encuentra más dificultades para poder seguir anidando en la zona. Comenta Esperanza que a pesar de ser un entorno que requiere especial protección, prácticamente, todos los cultivos del entorno usan pesticidas y herbicidas lo que está reduciendo drásticamente las posibilidades de supervivencia de la especie.
La llegada de la ola de incendios motivada principalmente, según estas ecologistas, por el descuido en cuanto a la limpieza de bosques puede acabar, definitivamente, con uno de los parajes con mayor densidad de parejas reproductoras de Andalucía.
Para intentar evitarlo, y dar tiempo a estas curiosas avecillas a que puedan ponerse a salvo emigrando a África, el grupo ecologista va turnándose por parejas para efectuar recorridos nocturnos en la zona de Hinojos y Almonte.
“Lo hacemos con mucha ilusión y de forma totalmente altruista” -comenta Cristina Mariño coordinadora de “Mujeres por Doñana”- “Ante la situación de abandono que está condenando a este paraíso a irse quemando año tras año la única, y posible, salvación consiste en que cada persona, o grupo de personas, haga lo que pueda por proteger la mayor cantidad posible de superficie forestal”.
Ataviadas con su iluminación de cabeza, y avanzando a velocidad muy reducida, las luces del vehículo de patrulla van iluminando a las, aproximadamente, 23 parejas reproductoras de chotacabras que este año han regresado a la zona.
Al día siguiente otra pareja de voluntarias, y durante toda la jornada, vigilaran los cortafuegos móviles donde la Unidad de Burritos-Bomberos desbroza el pasto seco, creando una barrera de protección ante un posible incendio.
Así transcurren los días y las noches para las ecologistas voluntarias de “Mujeres por Doñana” durante la ola de fuego que está devastando, prácticamente, la masa forestal de gran parte de España.