Es media mañana en el denominado “Arroyo Algarve” de Hinojos-
Huelva. Un vehículo oficial de control del lince ha llegado a la zona
y un biólogo despliega sus elementos técnicos de control de linces
con baliza de geolocalización.
No es una casualidad que acuda a esta zona de bosque, que
también acoge uno de los dormideros de milano real más
importantes de Andalucía. Esta zona, estrecha, de bosque de
cauce hídrico representa la vía de tránsito para los linces cuando
estos mamíferos se desplazan en su actividad reproductora.
Este año los linces van a tener un poco más difícil el poder
aprovechar esta senda natural para moverse y encontrar pareja ya
que desde noviembre del año pasado el bosque está siendo
literalmente devastado para aprovechar su madera de chopos,
álamos y acebuches, presuntamente, para su aprovechamiento
comercial como biomasa o pellets.
La voz de alarma nació del grupo ecologista femenino “Mujeres
por Doñana” que de inmediato denunciaron esta actividad a la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que es quien tiene
competencias en este cauce en fase de destrucción.
De poco ha servido, manifiestan las ecologistas, ya que después de
reiteradas advertencias los árboles, algunos con muchos años de
vida, fueron segados y aun nadie ha podido explicar el destino de
los camiones cargados de madera que salían cada día de este
paraíso natural y de vida silvestre.
El colectivo femenino si ha observado cambios desde que
comenzaron sus denuncias y esos cambios han consistido en que,
ahora, la zona se está transformando en escombrera ilegal delante
de las narices de la Confederación.
“Estamos muy desilusionadas con la Junta de Andalucía y la
Confederación Hidrográfica, realmente no hacen nada y lo que es
peor: ni siquiera se dignan contestarnos a ningún requerimiento”,
“Han entrado en un sistema de silencio absoluto sobre este tema
en especial a la hora de informar quien firmó la tala de árboles, en
la zona natural”- manifiesta Cristina Mariño, Coordinadora de
“Mujeres por Doñana”.
Cristina afirma que finalmente han solicitado a los departamentos
de Igualdad de la Junta y del Gobierno Central que medien para
que Confederación conteste, al menos a sus requerimientos, como
si fueran una organización masculina.
Llevamos muchos días y noches vigilando que no se talen más
árboles en este paso de linces y que no sigan creciendo las
escombreras. Pero lo más importante-según manifiestan- es saber
quién tomó la decisión de cortar un bosque que no estaba en riesgo
de caída y que se encontraba amparado por la, supuesta,
protección y tutela de Confederación.
Manifiestan que- en esta ocasión- la táctica de dejar pasar el tiempo
y que todo el mundo se olvide del caso no va a servir de mucho
porque ellas no piensan rendirse.
No quieren- así lo afirman- permitir que el felino más protegido del
mundo tenga que convivir con basura, escombreras y el talado de
su hábitat natural en el espacio de Doñana.


