Huelva vivió su Via+Crucis más esperado. Tras más de un año sin ver una imagen en la calle, los onubenses volvieron a manifestar públicamente su Fe en el acto presidido por el Señor de la Providencia, de la Hermandad de la Santa Cruz.
Todo había sido estudiado y preparado por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la ciudad. Cada centímetro, cada detalle. De la forma más ejemplar, se llevó a cabo el rezo del Via+Crucis en la calle Méndez Núñez, cuyos alrededores habían sido cortados al público para evitar aglomeraciones. A la entrada, controles de temperatura y geles hidro-alcohólicos desinfectantes para los participantes del acto. En el escenario del rezo, asientos separados por 6,5 metros; todos con mascarillas y con la debida separación de seguridad.
Llegó la hora y, después de más de un año sin imágenes en las calles, el Señor de la Providencia salió por la puerta lateral de la Iglesia de la Concepción, en unas andas exornadas y portadas por doce hombres, escoltadas por el cortejo litúrgico de acólitos. La coral de la Sagrada Cena amenizaba el acto con su música. El Señor llevó a cabo el recorrido de la forma más correcta y ejemplar.
La semana Santa existe para llevar el mensaje de Cristo a las calles, al pueblo. Es la razón de su existencia, no lo olvidemos. Ayer vivimos un domingo histórico y es cierto que no todos pudieron disfrutarlo en persona, pero sí a través de los medios de comunicación. Huelva y su Consejo de Hermandades, con el apoyo y presencia del Obispo, Don Santiago Gómez, de su Presidente, Don Antonio González, y demás autoridades como su Alcalde, Don Gabriel Cruz, apostaron por sobreponerse a las adversidades y la apuesta salió ganadora.
¿Quién puede decir que no sea el momento de hacer esto si hay 800 personas en un estadio de fútbol, 30 en un autobús o en una clase escolar? O hablando más claro, ¿Cómo pueden quejarse aquellos que al medio día se encontraban abarrotando bares en Pablo Rada o Plaza de las Monjas?
«No juzguéis y no seréis juzgados«, dijo el Señor.
Enhorabuena al Consejo de Hermandades por reavivar la llama de nuestra Fe en las calles; esa es, sencillamente, nuestra idiosincrasia, nuestra cultura, nuestro ADN en esta Andalucía donde la tradición subyace en el devenir de los tiempos.